De la amistad

Alguien emite signos, uno los recibe, uno no los recibe... pero, a mi modo de ver, todas las amistades se asientan en esas mismas bases: ser sensibles a los signos que alguien emite. Dicho esto, creo que eso es lo que explica que uno pueda pasarse horas con alguien sin decir una palabra, o preferentemente diciendo... no sé, diciendo cosas completamente insignificantes, diciendo, por regla general, diciendo cosas... La amistad es lo cómico, vaya...Tengo una hipótesis: cada uno de nosotros es apto para aferrar un determinado tipo –nadie aferra todos los tipos a la vez– un determinado tipo de encanto. Hay una percepción del encanto. ¿A qué llamo encanto? A un gesto de alguien, un pudor de alguien, son fuentes de encanto, pero que entonces llegan a la vida hasta tal punto, hasta a la raíces vitales, que de tal suerte uno se hace amigo de alguien.

Jean-Luc

Me considero un ensayista, es decir, hago ensayos en forma de novelas o novelas en forma de ensayos: sólo que, en vez de escribirlos, los filmo. Si el cine desapareciera, yo me resignaría: trabajaría para la televisión, y si la televisión desapareciera, volvería al papel y al lápiz. Para mí existe una gran continuidad entre todas las formas de expresión. Todas forman un bloque. El problema consiste en abordar ese bloque por el lado que más nos convenga.
En Cahiers todos nos considerábamos como futuros directores. Frecuentar los cineclubs y la cinemateca era ya pensar en términos de cine y pensar en el cine. Escribir era ya hacer cine porque, entre escribir y filmar, hay una diferencia cuantitativa, pero no cualitativa.
Godard

Francis

I paint for myself. I don't know how to do anything else, anyway. Also I have to earn my living, and occupy myself. 

Francis Bacon




https://www.facebook.com/millepianieterotopia

La energía espiritual


Henri Bergson
La energía espiritual
En la Energía espiritual, publicado en 1919, y que reúne conferencias que se inician con el siglo, se encontrará una primera intuición de Bergson que organiza todo su derrotero: es preciso sobrepasar los datos de lo real (léase, de su recorte, de su apariencia). Sin embargo, en las antípodas de un idealismo de tipo platónico, ese más allá no se hallará por encima de lo real, en arquetipos o formas ideales, siempre trascendentes, sino por debajo, en las profundidades del propio real, en su inmanente virtual.
A partir de esa primera intuición, Bergson muestra dicha duplicidad (despliegue de una unicidad) actuando en los más diversos fenómenos: la vida moral, intelectual, el recuerdo… Dice Bergson,nuestra existencia actual, a medida que se despliega en el tiempo, se duplica así con una existencia virtual, percepción de un lado y recuerdo del otro.
Pero también aparecerán en este libro experiencias como el sueño, las patologías de la memoria, el falso reconocimiento (el célebre “recuerdo del presente”), incluso la telepatía (comunicación a distancia entre las conciencias a través de la emoción). Nosotros producimos electricidad en todo momento, la atmósfera está constantemente electrizada, circulamos entre corrientes magnéticas; sin embargo millones de hombres han vivido durante miles de años sin sospechar la existencia de la electricidad. También pudimos pasar, sin darnos cuenta, al lado de la telepatía.

Todo remite a esta energía espiritual, inhibida de manera constante en nuestra vida corriente (inhibición favorecida aun por nuestros propios datos biológicos) pero siempre presente en lo que somos (aun sin serlo) en tanto participamos en una emoción fundamental, en un impulso vital. En este sentido, lo que hay que explicar de la energía espiritual no es tanto por qué aparece a veces, cual fantasma, sino por qué no aparece siempre, ya que siempre está ahí.   



Índice de materias
Prólogo….
I - La conciencia y la vidaLos grandes problemas. – La deducción, la crítica y el espíritu de sistema. – Las líneas de hechos. – Conciencia, memoria, anticipación. - ¿Cuáles son los seres conscientes? – La facultad de elegir. – Conciencia despierta y conciencia dormida. – Conciencia e imprevisibilidad. – Mecanismo de la acción libre. – Tensiones de duración. – La evolución de la vida. – El hombre. – La actividad creadora. – Significación de la alegría. – La vida moral. – La vida social. – El más allá.
II - El alma y el cuerpo
La tesis del sentido común. – La tesis materialista. – Insuficiencia de las doctrinas. – Orígenes metafísicos de la hipótesis de un paralelismo o de una equivalencia entre la actividad cerebral y la actividad mental. - ¿Qué dice la experiencia? – Rol probable del cerebro. – Pensamiento y pantomima. – La atención a la vida. – Distracción y alienación. – Lo que sugiere el estudio de la memoria y más específicamente de la memoria de las palabras. - ¿Dónde se conservan los recuerdos? – De la supervivencia del alma.

III - “Fantasmas de vivos” e “Investigación psíquica”
Prevenciones contra la “investigación psíquica”. – La telepatía frente a la ciencia. – Telepatía y coincidencia. – Carácter de la ciencia moderna. – Objeciones elevadas contra la investigación psíquica en nombre de la ciencia. – Metafísica implicada en esas objeciones. – Lo que entregaría un estudio directo de la actividad espiritual. – Conciencia y materialidad. – Porvenir de la investigación psíquica.

IV - El sueño
Rol de las sensaciones visuales, auditivas, táctiles, etc., en el sueño. – Rol de la memoria. – ¿El rol es creador? – Mecanismo de la percepción en el sueño y en la vigilia: analogías y diferencias. – Característica psicológica del sueño. Desinterés y distensión. – El estado de tensión.

V - El recuerdo del presente y el falso reconocimiento
Descripción del falso reconocimiento. – Rasgos que lo distinguen: 1º de ciertos estados patológicos; 2º del reconocimiento vago o incierto. – Tres sistemas de explicación, según que se vea en el falso reconocimiento un trastorno de la representación, del sentimiento o de la voluntad. – Crítica de dichas teorías. – Principio de explicación propuesto para todo un conjunto de trastornos psicológicos. - ¿Cómo se forma el recuerdo? – El recuerdo del presente. – Desdoblamiento del presente en percepción y recuerdo. - ¿Por qué ese desdoblamiento es por lo general inconsciente? - ¿Cómo se vuelve consciente? – Efecto de una “desatención a la vida”. – La insuficiencia de élan.

VI - El esfuerzo intelectual
¿Cuál es la característica intelectual del esfuerzo intelectual? – Los diversos planos de conciencia y el movimiento de la mente que los atraviesa. – Análisis del esfuerzo de memoria: evocación instantánea y evocación trabajosa. – Análisis del esfuerzo de intelección: interpretación maquinal e interpretación atenta. – Análisis del esfuerzo de invención: el esquema, las imágenes y su adaptación recíproca. – Resultados del esfuerzo. – Alcance metafísico del problema.

VII - El cerebro y el pensamiento: una ilusión filosófica
Equivalencia admitida por ciertas doctrinas entre lo cerebral y lo mental. - ¿Se puede traducir esta tesis tanto en lenguaje idealista como en lenguaje realista? – Expresión idealista de la tesis: solo evita la contradicción mediante un pasaje inconsciente al realismo. – Expresión realista de la tesis: solo escapa a la contradicción por un deslizamiento inconsciente en el idealismo. – Oscilaciones repetidas e inconscientes de la mente entre el idealismo y el realismo. – Ilusiones complementarias que refuerzan la ilusión fundamental.  



Otra bella producción de los amigos de Editorial Cactus


Las fechas son mas difíciles de recordar que los gestos o las sonrisas


– ¿Cuándo y en qué circunstancias conoció usted a Michel Foucault?


– Las fechas son más difíciles de recordar que los gestos o las sonrisas. Le conocí hacia 1962, cuando él acababa de escribir Raymond Roussel y El nacimiento de la clínica14. Luego, tras el 68, coincidimos en el Grupo de Información sobre las Cárceles que habían creado Daniel Defert y él mismo. Veía a Foucault con frecuencia, tengo un montón de recuerdos casi involuntarios que me asaltan como por sorpresa y en los que la alegría de lo que evocan se mezcla con la triste certeza de su muerte. Por desgracia, no le vi durante sus últimos años: atravesó, después de La voluntad de saber, una crisis que le afectó en todos los terrenos: en el político, en el vital y en el del pensamiento. Como sucede con todos los grandes pensadores, su pensamiento se servía de crisis y conmociones como condición creativa, como condición de coherencia última. Tuve la impresión de que él deseaba estar solo, escapar a donde sólo algunos íntimos pudieran seguirle. Yo tuve mucha más necesidad de él que él de mí.


– Michel Foucault le dedicó a usted varios artículos a lo largo de su vida. También usted ha escrito sobre él en varias ocasiones. Con todo, es inevitable ver un cierto simbolismo en el hecho de que usted, después de su muerte, publique un Foucault. Surgen mil hipótesis: ¿hemos de ver en este libro el efecto de una obra “de duelo”? ¿Es una manera de responder “a dúo” a las críticas contra el antihumanismo que últimamente se han suscitado tanto desde la izquierda como desde la derecha? ¿Es un modo de rizar el rizo señalando el final de cierta “era filosófica”? ¿Se trata, al contrarío, de una invitación a proseguir el camino que Foucault dejó vacante? ¿O acaso no hay nada de todo ello?


– Ante todo, este libro era para mí una necesidad. Es muy distinto de los artículos, que tratan sobre determinadas nociones. Lo que yo persigo en este libro es el conjunto del pensamiento de Foucault. El conjunto, es decir, lo que obliga a pasar de un nivel a otro: ¿qué fue lo que le forzó a descubrir el poder tras el saber, por qué se vio impelido a descubrir los “modos de subjetivación” más allá del dominio del poder? La lógica de un pensamiento es el conjunto de las crisis por las que atraviesa, se parece más a una cordillera volcánica que a un sistema tranquilo y aproximadamente equilibrado. No hubiera experimentado la necesidad de escribir este libro de no haber tenido la impresión de que esta lógica de Foucault, estas transiciones, estos impulsos no se comprendían bien. Me parece incluso que no se ha comprendido de modo lo suficientemente concreto una noción como la de enunciado. Lo que no significa que yo esté seguro de llevar la razón frente a otras lecturas. En lo que respecta a las objeciones a las que usted se refiere, no proceden de sus lectores y, en consecuencia, carecen de interés: se conforman con criticar ciertas respuestas de Foucault, tomadas de un modo muy vago y sin tener en cuenta para nada los problemas que implican. Tal es el caso de la “muerte del hombre”. Es un fenómeno usual: cuando muere un gran pensador, los imbéciles se sienten aliviados y arman un enorme jaleo. ¿Se trata entonces, en mi libro, de una invocación a proseguir el trabajo, a  pesar de las actuales tendencias regresivas? Quizás. Pero ya existe un Centro Foucault que reúne a quienes trabajan en una dirección o con un método cercanos a los de Foucault. No es una obra de duelo, sino que la ausencia de luto exige aún más trabajo. Si mi libro pudiera ser algo más, yo apelaría a una noción constante en Foucault, la noción de doble. Foucault estaba obsesionado por el doble, incluyendo la alteridad característica del doble. Yo he pretendido hacer un doble de Foucault, en el sentido que él daba a este término: “repetición, suplantación, retorno de lo mismo, sombra, diferencia imperceptible, desdoblamiento y desgarramiento fatal”.



Libération, 2 y 3 de Septiembre de 1986, Robert Maggiori entrevista a Deleuze. 

Hacer un cuerpo


El verdadero teatro siempre me pareció el ejercicio de un acto peligroso y terrible, en donde se eliminan tanto la idea del teatro y del espectáculo como las de toda ciencia, toda religión y todo arte. El acto del que hablo está dirigido a la transformación orgánica y física verdadera del cuerpo humano.
¿Por qué?
Porque el teatro no es esa escena en donde se desarrolla virtual y simbólicamente un mito sino ese crisol de fuego y carne verdadera en donde anatómicamente, por aplastamiento de huesos, de miembros y de sílabas, se rehacen los cuerpos, y se presenta físicamente y al natural el acto mítico de hacer un cuerpo.  
Antonin Artaud

De los afectos

Se definirá un animal o un hombre no por su forma, ni tampoco como un sujeto; se lo definirá por su capacidad de afectar y de ser afectado, es decir por los afectos de los que es capaz.

Frases para armar un botiquín: Ser, político.


«No se trata de la primera persona, se trata de nombrar los poderes impersonales, físicos y mentales, a los que uno se enfrenta y a los que uno combate, desde que se intenta realizar un objetivo y uno se da cuenta de este objetivo sólo en el combate mismo. En este sentido, el Ser mismo es político.»

Devenir imperceptible: Blanchot

'El escritor pertenece a un lenguaje que nadie habla, que no se dirige a nadie, que no tiene centro, que no revela nada. Si escribir es entregarse a lo indeterminable, el escritor que acepta defender su esencia pierde el poder de decir YO'. 



Maurice B

" Había captado el instante a partir del cual la luz, habiendo tropezado con un acontecimiento verdadero, iba a apresurarse hacia su fin. Ya llega, me dije, el fin viene, algo sucede, el fin comienza. Estaba embargado por la alegría. "


Pierre André Boutang

Pierre-André Boutang, fué un reconocido documentalista y miembro de la cadena de televisión franco-alemana Arte. Una de sus obras es el abecedario de Gilles Deleuze. Nacido en París , 1937 - murió el 20 de agosto 2008 , Ajaccio , Córcega. 




 Sus documentales:

Chez Deleuze



Chez Deleuze
São Paulo, Brasil.


LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Bloques rizomáticos


Gilles y Félix


Mil mesetas

Bibliografía de Gilles Deleuze en castellano

DELEUZE, Gilles, Empirismo y Subjectividad (Madrid: Gedisa, 1981) tr. Hugo Acevedo. Prefacio de Oscar Masotta.
DELEUZE, Gilles, Nietzsche y la filosofia (Barcelona: Editorial Anagrama, 1971) tr. Carmen Artal.
DELEUZE, Gilles, La filosofía Crítica de Kant tr. Francisco Monge, en Deleuze, Spinoza, Kant, Nietzsche (Barcelona: Editorial Labor, 1974).
DELEUZE, Gilles, El Bergsonismo (Madrid: Ediciones Catédra, 1987) tr. Luis Ferrero Carracedo.
DELEUZE, Gilles, Presentacion de Sacher-Masoch (Madrid: Taurus, 1973) tr. A.M. García Martínez.
DELEUZE, Gilles, Diferencia y repetición (Gijón: Júcar Universidad, 1988) tr. Alberto Cardín. Introducción de Miguel Morey. Introducción traducida como "Repetición y Diferencia: Introducción" tr.F. Monge en Cuadernos Anagrama 1972.
DELEUZE, Gilles, Spinoza y el problema de la expresión (Barcelona: Muchnik Editores, 1975) tr. Horst Vogel.
DELEUZE, Gilles, Lógica del sentido (Barcelona: Barral, 1970) tr. Ángel Abad. Nueva traducción (Barcelona: Paidós, 1989) tr. Miguel Morey y Víctor Molina.
DELEUZE, Gilles, Spinoza, tr. Francisco Monge en Deleuze, Spinoza, Kant, Nietzsche (Barcelona: Editorial Labor, 1974).
DELEUZE, Gilles, Proust y los signos (Barcelona: Anagrama, 1972) tr. Francisco Monge.
DELEUZE, Gilles, in Foucault, "Theatrum Philosophicum," tr. F. Monge, in Cuadernos Anagrama 1972, p.41.
DELEUZE, Gilles, El Antiedipo (Barcelona: Barral, 1973) tr. Francisco Monge. Nueva edición en Ediciones Paidós S.A., Barcelona.
DELEUZE, Gilles, "Tres problemas de grupo" en Guattari, Psicoanálisis y transversalidad tr. Fernando Hugo Azcurra (México: Siglo XXI, 1976) pp.9-21.
DELEUZE, Gilles, "Los entelectuales y el poder" tr. Julia Varela and Fernando Álvarez-Uría en Foucault, Microfísica del poder (Madrid: La Piqueta, 1978), pp.77-86.
DELEUZE, Gilles, "Capitalismo y esquizofrenia" en Laura Forti, La oltra locura (Barcelona: Tusquets, 1976), pp.55-71.
DELEUZE, Gilles, Kafka: Por una literatura menor (Mexico: Ediciones Era, 1978) tr. Jorge Aguilar.
DELEUZE, Gilles, "Escritor no: un nuevo cartógrafo" en Liberación 6 (Dec. 30, 1984), pp.14-15.
DELEUZE, Gilles, Rizoma (Valencia: Pre-Textos, 1984) tr. Victor Navarro y C. Casillas.
DELEUZE, Gilles, Diálogos (Valencia: Pre-Textos, 1980) tr. José Vázquez Pérez.
DELEUZE, Gilles, Política y Psicoanálisis (Mexico: Ediciones Terra Nova, 1980) tr. Raymundo Mier.
DELEUZE, Gilles, "Nietzsche y San Pablo, Lawrence y Juan de Patmos" tr. Ernesto Hernández en El vampiro pasivo 12 (1994), p.21ff.
DELEUZE, Gilles, "Filosofía y memoria" tr. Libia Moez y Gerardo Ramírez en El vampiro pasivo 7-8, p.12.
DELEUZE, Gilles, con Félix Guattari, Mil mesetas (Valencia: Pre-Textos, 1988) tr. José Vázquez Pérez y Umbelena Larraceleta.
DELEUZE, Gilles, Spinoza: Filosofía práctica (Barcelona: Tusquets, 1984) tr. Antonio Escohotado.
DELEUZE, Gilles, La imagen-movimiento: Estudios sobre cine 1 (Barcelona: Paidós, 1984) tr. Irene Agoff.
DELEUZE, Gilles, La imagen-tiempo: Estudios sobre cine 2 (Barcelona: Paidós, 1986) tr. Irene Agoff.
DELEUZE, Gilles, Foucault (Barcelona: Paidós Studio, 1987) tr. José Vázquez Pérez. Prefacio de Miguel Morey.
DELEUZE, Gilles, El Pliegue: Leibniz y el barroco (Barcelona: Paidós, 1989) tr. José Vázquez Pérez y Umbelena Larraceleta.
DELEUZE, Gilles, Pericles y Verdi (Valencia: Pre-Textos, 1989) tr. Umbelena Larraceleta y José Vázquez Pérez.
DELEUZE, Gilles, "¿Qué es un dispositivo?" en Michel Foucault filosofo (Barcelona: Gedisa editorial, 1990) tr. Alberto Bixio.
DELEUZE, Gilles, Conversaciones (Valencia: Pre-Textos, 1995) tr. José Luis Pardo.
DELEUZE, Gilles, "Tener una idea en cine" tr. Jorge Terré en Archipiélago 22 (otoño 1995), pp.52-59.
DELEUZE, Gilles, ¿Qué es la filosofía? (Barcelona: Editorial Anagrama, 1993) tr. Thomas Kauf.
DELEUZE, Gilles, "Para Félix" en Archipiélago 17 (1994) tr. Angels Hernyo Campo [Jordi Terré].
DELEUZE, Gilles, Critica y Clínica (Barcelona: Editorial Anagrama, 1996) tr. Thomas Kauf.
DELEUZE, Gilles, La isla desierta y otros textos (1953-1974) pre-textos 2005
DELEUZE, Gilles, Dos regímenes de locos. Textos y entrevistas (1975-1995) pre-textos 2007